Este ámbito apuntala la consolidación de la Nueva Escuela Mexicana y sus preceptos fundamentales. Por ello, considera aspectos basados en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva, así como el reconocimiento, cuidado, protección y desarrollo de la dignidad humana de NNA desde sus realidades concretas, en su cotidianidad y en permanente relación con la diversidad que constituye al país, capaces de pensar por sí mismos y de forma crítica. Para los procesos de formación se vuelve fundamental impulsar y fortalecer las bases epistemológicas que favorezcan la búsqueda de conocimientos y criterios que otorgan visibilidad y credibilidad a prácticas cognitivas de los pueblos, clases y grupos sociales que han sido históricamente invisibilizados. Para la construcción de hábitos intelectuales de las y los estudiantes que les permitan aprender a mirar críticamente los fenómenos de la realidad desde diferentes perspectivas, es imprescindible promover desde las acciones de formación el trabajo con un currículum que busque la interacción y articulación de los conocimientos de las diversas disciplinas, donde se conciba la reorganización de los contenidos y la construcción de redes entre conceptos, prácticas y procedimientos de diferente orden y complejidad, desde la mirada interdisciplinaria.